Como dije, no hay nada nuevo bajo el sol, porque en el Espacio no hay arriba ni abajo, esas son categorías mentales burguesas que el capitalismo ha introducido y con las que ha machacado torturantemente durante los últimos diez (15) minutos. Es necesario considerar el mundo con nuevos ojos: tengo turno en el quirófano para el 37 de juliembre para un trasplante de ojos de buey. Me va a operar el Grande Cirujano Mayor Adrián Baranchuk, quien asegura un buen resultado, a excepción de cierta mirada vidriosa, lo que no me arredra. Más bien me enreda.
Espero con ésta (carta) amenizar un poco tu llegada a tan desiertas e inhóspitas regiones del Norte (en el Espacio tampoco hay Norte ni Sur, ni Este ni Oeste, pero éstas son categorías mentales mapuches con las que nos topamos en kioskos o puestos de expendio de bebidas alcohólicas o no alcohólicas desde hace tres (8) o cuatro (cuatro) días o milenios). Desde aquí te deseamos (¿quién se coló en mi carta?) el mayor de los éxitos y el más Grande Triunfo. Ya llené con tus datos y envié el cupón para el curso “Jáu tu surváiv in e Fórein Lan” (en castellano: “Aprenda a tejer y cultivar hortalizas todo el año”), que te será de gran utilidad para aumentar la venta callejera de cardúmenes eléctricos. Por lo demás, nada hay que agregar a lo ya dicho: lo perenne, como el mar, la búsqueda de la inmortalidad, o nuestra amistad, persistirá por sobre lo provisorio, como la noche, los regímenes de gobierno o nuestros huesos. Podemos encontrar un poco de magia en nosotros mismos, o dedicarnos a una dieta estricta de escorpiones, puercoespines y escarpines. Reflexiona, amigo mío, sobre estas palabras, y escríbeme Pronto. Recuerda que después de la operación tendré ojos de buey, y al mirar en ellos verás la inmensidad marina. Ejercítate, no dejes el fútin ni el yóguin, y come cacahuates y mantequilla de maní tres días por medio. Duerme con calcetines y en pelotas, y no te desabrigues en verano.
Te extraña
M***
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